Desmiente médico acusaciones en su contra; denuncia campaña de desprestigio

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Desmiente médico acusaciones en su contra y denuncia campaña de desprestigio

San Cristóbal de Las Casas, Chiapas (AGENCIA VÓRTICE MX).- Luego de que fuera acusado de amenazar a su expareja de comerla en pedazos, y vinculado con la muerte de su colega, Eduardo Madrid Mier, el médico investigador en Salud Pública y Psicopatía, Juan Landaburu Calderón, desmintió lo vertido en redes sociales y aseguró que se trata de una campaña de desprestigio.

Durante una entrevista con Vórtice MX , Landaburu Calderón señaló que los ataques a su persona son orquestados por su expareja, Karina Zavaleta León, a quien conoció en el trabajo hace tres años y con quien mantuvo una relación sentimental, e incluso estuvieron a punto de casarse.

Entonces, ¿por qué comenzó el ataque en su contra?
Con una denuncia de aborto. Ese día, cuando yo le notifiqué: ¿sabes qué? te he denunciado por el aborto que has cometido y las medidas son de protección a tu persona, a tu integridad física, a tu salud mental, me da un puñetazo en la cara y me golpea; el más grave fue la fractura de la pieza dental. Todo esto obra en el examen médico legista.

La denuncia R.A. 2326-78-0301-2018 fue recibida en la Unidad en Atención a la Violencia en Contra de la Mujer y la Familia, de la Fiscalía de Distrito Altos, firmada por la licenciada Yadira López López, fiscal del Ministerio Público Investigador 07.

En ella, Landaburu Calderón describe que el 24 de noviembre de ese año (2018) —después de enterarse del embarazo— visitó a Karina Zavaleta León en su domicilio para llevarle el desayuno, pero cuando subió al baño encontró restos embrionarios en el cesto de basura.

Ante ello, el médico le preguntó a su pareja —médico de profesión también— sobre lo que hizo y ella le respondió que había decidido no tenerlo, así que usó misoprostol para abortarlo; le explicó después que la razón fue porque era un embarazo anembrionario que no iba a progresar.

El médico preguntó entonces al doctor Dávila —quien fue el ginecólogo que presuntamente valoró a Karina— pero contrario a la versión de la paciente, éste aseguró que era un embarazo viable y añadió que no dio ningún otro tipo de recomendación de interrupción.

Más tarde, el médico en Salud Pública fue amenazado por Balmes Francisco Medina Cruz, al parecer expareja de Zavaleta León, quien se decía padre biológico del bebé. Por ello, en febrero de 2018, el director de la Policía y Protección Civil Municipal de San Cristóbal ordenó patrullajes preventivos y permanentes, según Landaburu Calderón.

RELACIÓN CON EL DOCTOR MIER
Otra de las acusaciones de la doctora Karina Zavaleta León es que el médico Juan Landaburu Calderón, de nacionalidad peruana, pero naturalizado mexicano, tuvo una rencilla con su colega Eduardo Madrid Mier antes de su desaparición, por lo cual lo vincula a su muerte.

¿Pero usted, ¿sí conoció al doctor Eduardo Madrid Mier?

Al doctor Mier lo conocí cuando formé parte de la Mesa Directiva del Colegio Médico durante una reunión científica en el Hotel “Villa Mercedes” sobre el tema de salmonelosis; posteriormente fuimos a disfrutar de alimentos; se equivocan en la transferencia de platos; ¡Oye, este es el mío, este es tuyo! Entonces, el doctor lo agarra como Cristo, lo parte, como la Última Cena, sin pensar que sería la última cena de él, al menos la que yo viera. Conversamos y él me invitó a una carne asada en su domicilio con muchos otros colegas más, que se llevó a cabo después en una casa cerca de la Iglesia “El Kairos”.

Esta declaración también obra en la carpeta de investigación C.I. 0238-078-0301-2019, levantada en la Unidad Integral de Investigación y Justicia Restaurativa San Cristóbal Investigador 1, de la Fiscalía de Distrito Altos.
No obstante, Landaburu Calderón explicó que Zavaleta León (su expareja) sí conocía a Madrid Mier, quien —dijo— la invitaba a salir, pero ella lo descalifica, hablaba “pestes” de él y le aseguró que no había de qué preocuparse, pues él sólo quería “amor libre” (sic).

Con la duda latente, el médico investigador le preguntó directamente al doctor Eduardo Madrid Mier, quien es de la misma generación que Karina, y éste respondió: “No, no es de mi tipo, no es de mis gustos”, posteriormente le manda un audio de 25 segundos en donde explícitamente le refiere su relación con la también doctora.

“Ay wey, me sacaste la pinche carcajada. No wey, te voy a comentar que como me decía mi abuelo, y el papá de mi… era muy, muy buena onda, nos decía que: wey, andamos llorando por ese pinche culo, habiendo miles de culos más buenos en todo el puto mundo, y nosotros desbaratándonos por un pinche culito jodido”.

EL MENSAJE
Antes de su desaparición, Madrid Mier le envía la captura de pantalla de una conversación que tuvo con la doctora Karina, en la que presuntamente ella lo amenaza:

“No te sorprenda tu nombre en todas las páginas de redes sociales y q tu nombre de cirujano quede en la basura, donde tr expresas así de mi y te prestas a burlarte humillar e… Yo no estoy jugando ni me estoy burlando pensé q eras otro tipo de persona pero ers igual de psicópata q ese enfermo mental” (sic)

Tras ello, el doctor Mier se desconecta de todas las redes sociales y al poco tiempo desaparece.

“Que cosa pasaba tanto en la cabeza de Eduardo Madrid y entre Karina realmente, para que ese sólo mensaje lograra que el doctor se desconecte de todas las redes sociales y luego lo encuentren muerto”, agregó Landaburu Calderón.

El viernes 24 de mayo a las 5:43 de la tarde, Sergio Salvador Palacios, quien trabaja como cirujano en el Hospital de Las Culturas, le envió un mensaje con el número de teléfono de la madre, pues habían encontrado muerto a Eduardo Madrid.

En ese momento, Landaburu Calderón le dio el pésame a Emma Mier Vizcaino, a través de un mensaje y ella le contestó hasta las 4:00 de la mañana del día siguiente que “lo mataron de un tiro”. Más tarde, pidió autorización para que sus compañeros médicos le rindieran los honores en el panteón.

El médico investigador le hizo llegar la captura de pantalla de la conversación del doctor Eduardo Madrid Mier y Karina Zavaleta León, la cual fue integrada en la carpeta de investigación del caso con el nombre de la antes mencionada.

Al término del funeral, Adriana Mier, quien se identificó como hermana del doctor Mier, lo acusó de la muerte y a partir de ahí —según Landaburu Calderón— comenzó un “bombardeo” por redes sociales, colocó la foto del médico en su perfil con leyendas como “te vas a pudrir en la cárcel por asesino”.

Un día después, el médico investigador recibió una notificación con número de oficio 00554/0678/2019 —fechada el 25 mayo de 2019— para que acudiera a comparecer en calidad de testigo con respecto al caso. Su declaración quedó asentada en la carpeta de investigación C.I. 0238-078-0301-2019, antes citada.

EL COLEGIO
Cuando Juan Landaburu Calderón ingresó al entonces Colegio Médico de San Cristóbal “Clemente Robles Castillo” —ahora Colegio de Médicos Generales—, llevó su currículum, pero la presidenta, Janette Aracelli Carrillo Aviña, le señaló que no era necesario.

Aunque le pareció extraño, no reparó en ello, pero sí en el pago de la anualidad, ya que le fue entregado un papel sin ningún Registro Federal de Contribuyentes (RFC) de la Secretaría de Hacienda.

“Esto es un delito, ¿dónde está la personalidad jurídica? ¿Cuándo vamos a ir ante el notario a firmar todo para tomar el cargo y darnos de alta en Hacienda?”, cuestionó a Carillo Aviña, pero nunca le respondió.

Ante la denuncia que Landaburu Calderón levantó ante la Secretaría de Hacienda con folio 44552 y contraseña BDD41E984C8086B3, la institución cambió de nombre y se convirtió en el Colegio de Médicos Generales. A partir de ahí fue “una piedra en el zapato” y aprovecharon el deceso del doctor Eduardo Madrid Mier para vincularse con Karina Zavaleta León y expulsarlo del colegio por un presunto acoso a la presidenta.

Respaldaron la decisión los demás miembros de la Mesa Directiva: el esposo de la presidenta, Ignacio León Toledo, nefrólogo; el ginecólogo, Eugenio Rosendo Higuera Aguilar, y su esposa, Yesenia Guadalupe Aguilar Penagos, pediatra.

“Me querían arrimar el muerto, pero no encontraron elementos en la Fiscalía”, enfatizó Juan Landaburu Calderón.

“TE COMERÉ PEDAZO POR PEDAZO”

En las redes sociales circuló una foto de usted con una pistola en el mentón y una conversación en donde supuestamente amenazaba a Karina con comerla pedazo por pedazo, ¿qué me dice al respecto?

Hablaba con un abogado mexicano y me dice, “mira, WhatsApp y Facebook, pueden ser orientadores en algunas cosas, pero no tienen peso jurídico establecido por la alta manipulación, pues puedes figurar conversaciones, editarlas, etcétera”.

Por qué te digo esto; a mí nada me cuesta tomar una computadora, te fabricas un perfil falso, te mandas mensajes a tu celular y comienzas a presentarlo, porque ni siquiera hay foto en las conversaciones que tú me refieres.

¿Y la foto?

La extrajo de mi computadora. Es una secuencia de 12 fotos que fueron tomadas en la casa de mi papá, en Lima, Perú; hay una foto donde estoy de frente y otra donde enseño que es de juguete, de plástico, porque mi papá me dice: “mira vamos a mostrar que es de juguete, desármala”.

RESIDENCIA MÉDICA
Sobre su presunta baja de la residencia médica por su estado de salud mental, Landaburú Calderón aclaró que es un documento falso, que, aunque las doctoras que la firman Julia Estrada y Márquez Fiol, sí estaban en ese tiempo, el contenido y las fechas son inconsistentes con el curso formal de residencia, dado a que depende de un presupuesto administrativo.

“A ti no te pueden pagar en enero si tú pasas el examen que se da en septiembre; en octubre y noviembre apenas se están publicando los resultados en el periódico, te dan tu constancia y comienzas a dar las vueltas en los hospitales para los cursos que empezarán en abril, así que tú no puedes estar dado de baja en enero con un documento en marzo, cuando recién estás haciendo las vueltas para comenzar en abril”, detalló.

Dentro de las pruebas que el médico investigador presentó a Vórtice MX está la respuesta a las solicitudes de UCT Folio 175432 y 175425 del Instituto de Psiquiatría de Baja California, asentadas en el número de oficio DG-676-2017 en donde la Unidad Concentradora de Transparencia del Gobierno del Estado confirmó haber concluido la residencia y la especialidad en Psiquiatría con mención honorífica.

El médico investigador también aclaró que el pasado 30 de abril ocho personas ingresaron al módulo de salud Cuxtitali a buscarlo; llevaban palos y bastones con el argumento que él le recetó a un joven Diazepam y lo volvió adicto, pero señala que en el documento que hizo el personal de la Jurisdicción —con fecha del 2 de mayo— aclaran que no hay prueba justificada de ello.

“Eso también es parte de la campaña de desprestigio, pero no soy el primero, Karina es una persona que tiene muchos enemigos varones, porque a todos les hace lo mismo, regularmente exparejas”, agregó.

¿Sabe quiénes son?

Sí, está el abogado Jorge G.A., quien incluso me dijo: “ella agarra un hombre, lo despedaza y lo desecha”; Balmes F.M.C., expolicía ministerial y presunto abogado, quien me advirtió, “oye cabrón, esta mujer te va a ser lo mismo que a mí, en menos de dos semanas”; y uno más, Diego SSV que le destruyó la casa”.

“Conmigo pasó lo mismo, pero no me quedé callado, así cualquier esfuerzo que ella haga, para mí serán esfuerzos desenfrenados, para poder defender lo indefendible”, finalizó.

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