Panes & Peces
La caridad sistemática es un vicio: Ayn Rand
Ana Cristina Aristizábal Uribe (http://anacauribe.blogspot.mx/) escribió sobre cómo anular a una persona: «El peor daño que se le puede hacer a una persona es darle todo. Quien quiera anular a otro solo tiene que evitarle el esfuerzo, impedirle que trabaje, que proponga, que se enfrente a los problemas (o posibilidades) de cada día, que tenga que resolver dificultades.
Regálele todo: la comida, la diversión y todo lo que pida. Así le evita usar todas sus potencialidades que tiene, sacar recursos que desconocía y desplegar su creatividad. Quien vive de lo regalado se anula como persona, se vuelve perezosa, anquilosada y como un estanque de agua que por inactividad pudre el contenido.
Aquellos sistemas que por «amor» o demagogia sistemáticamente le regalan todo a la gente, la vuelven la más pobre entre las pobres. Es una de las caras de la miseria humana: carecer de iniciativa, desaprovechar los talentos, potencialidades y capacidades con que están dotados casi todos los seres humanos.
Quien ha recibido todo regalado se transforma en un indigente, porque asume la posición de la víctima que sólo se queja. Cree que los demás tienen la obligación de ponerle todo en las manos, y considera una desgracia desarrollarse en un trabajo digno.
Es muy difícil que quien ha recibido todo regalado, algún día quiera convertirse útil para sí mismo. Le parece que todos a su alrededor son responsables de hacerle vivir bien, y cuando esa «ayuda» no llega, culpa a los demás de su «desgracia» (no por anularlo como persona, sino por no volverle a dar). Solo los sistemas más despóticos impiden que los seres humanos desarrollen toda su potencialidad para vivir. Creen estar haciendo bonito, pero en definitiva están empleando un arma para anular a las personas. (No quiere decir que la caridad de una ayuda temporal no sea necesaria en momentos especiales)”.
Estas palabras trajeron luego a mi mente a un personaje que me fue presentado por un amigo: Ayn Rand. Ella creó un pensamiento filosófico propio llamado Objetivismo. Dicho pensamiento sostiene que existe una realidad independiente de la mente del ser humano, que éste está en contacto con dicha realidad a través de la percepción de los sentidos y que adquiere conocimiento procesando los datos de dicha percepción por medio de la razón (o la «identificación no-contradictoria»).
El objetivismo sostiene que a la realidad (naturaleza de las cosas) solo se le domina obedeciéndola, que el propósito moral de la vida es la búsqueda de la propia felicidad o el «interés propio racional», que el único sistema social acorde con este fin es el capitalismo puro (llamado también capitalismo laissez-faire) y que el rol del arte en la vida humana es la transformación de las ideas metafísicas en una forma física (obra de arte) que se pueda comprender y a la que se pueda responder emocionalmente.
«Mi filosofía es, en esencia, el concepto del hombre como un ser heroico, con su propia felicidad como propósito moral de su vida, con el logro productivo como su actividad más noble y con la razón como su único absoluto.»… «Mi filosofía es para vivir en la Tierra.»
Todo el choro anterior es inversamente proporcional a lo que sucede en Chiapas, y en general en la república mexicana. No solo el reparto de ayudas pre electorales, caridades políticas y consideraciones posteriores con programas de subsidios a la población que de a poco se ha vuelto parasitaria de ayudas al campo, a los adultos mayores, madres solteras, cruzadas contra el hambre, becas de chile, dulce, mole y manteca, entre otras linduras dignas de colección.
Y este efecto parece ser irreversible. (Antonio López)