Repartió sus propiedades y sus hijos lo echaron a la calle
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.- Entregó todo a sus hijos y lo dejaron en la calle, enfermo, sin dinero y abandonado. Ahora Gilberto vive una peripecia, lidia con varias enfermedades y ni siquiera los paramédicos quieren atenderlo.
María del Lourdes Espinosa Montoya, le brindó atención y apoyó; pidió además ayuda a Protección Civil municipal, Cruz Roja Mexicana y al Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSyPC) pero ninguno quiso brindarle atención; tenía que pagar 500 pesos para su traslado a algún hospital, recurso con el que no cuenta.
El drama en la vida de Gilberto Orozco Avendaño, de 50 años de edad, inició después de que repartió sus propiedades a sus hijos, dos de ellos trabajadores de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE). Con la manos vacías, fue abandonado a su suerte.
Encontró refugio en una vivienda en la Diecisiete Calle Poniente entre Octava y Novena Norte de la capital, donde fue acogido por María de Lourdes, pero llegó muy mal.
A causa de una muela en mal estado, tiene una grave infección en la boca que le ha provocado un edema cerebral pero además tiene problemas en la próstata y por si fuera poco, padece del corazón.
Ante la injusticia, María de Lourdes interpuso una demanda ante el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y las autoridades de esta dependencia indicaron que hablarían con los hijos de Gilberto para que se hagan cargo de él y se compromentan a velar por su salud y manutención.
Ya pasaron días de eso y la situación sigue igual o peor que al principio. Ayer, María de Lourdes pidió de nuevo el apoyo de una ambulancia de la Cruz Roja Mexicana y ella sería quien se haría cargo de los gastos, pero el paramédico detrás del teléfono le indicó que no habían unidades disponibles y por lo tanto, no podían atenderla.
Gilberto aún tiene esperanzas de que sus hijos aparezcan y puedan llevarlo a casa, “al fin y al cabo, son mis hijos, se que responderán”,dice con la mira abajo. (Agencia Vórtice MX)